Mónica Valencia busca que sus joyas sean exclusivas. Y le encanta que sea un proceso artesanal, completamente. “Te permite controlar la pieza de principio a fin”.
Cada una empieza en pequeñas bolitas de plata, aunque también hay otros materiales con los que se hace aleaciones. Hay que fundirlos y cortarlos o hacerlos hilos, según la idea que dibujó y tiene en su cabeza. Hay que laminar (si es el caso) y pulir y darle acabado. Un proceso que puede ir de media hora a una semana, o más. Eso depende de la pieza, de las aplicaciones que tenga, del trabajo detallo que requiera. Y lo más difícil, tal vez decidir el momento de parar. “ una joya debe ser perfecta y siempre tiene algo para mejorar”
Fuente: El Colombiano